Plato invernal como el que más, aunque las pochas frescas, que no abundan en nuestros mercados, llegan con la primavera, como casi todos los productos nuevos. Dicho plato puede perfectamente realizarse, sin embargo, con pochas secas, con la condición de que sean de alta calidad, y hayan cumplido con la obligada operación de haber estado en remojo. El plato se obtiene a partir de tan contundentes carnes de cerdo como son el morro y la oreja, según nos anuncia el título de la receta, que no deja lugar a dudas. Pocos ingredientes más, habida cuenta de que si los pocos que van a la procesión se distinguen por su calidad, los demás compañeros de viaje sobran. La base, como casi siempre, es un sofrito, queno tiene que ser muy cargado, sino, todo lo contra
rio, suave. Hay quien es partidario de enriquecer el conjunto, una vez apañado en la cazuela, con una picada, mientras que otros se inclinan por darle un punto de picante. Que cada cual se lo monte como mejor le parezca.Los de L’Olivé, por su parte, lo proponen sencillamente. Y también con inteligencia, porque el tenor calórico del conjunto del plato se basta y se sobra para proporcionar las calorías uficientes al organismo más desnutrido, friolero o famélico en los pueblos de alta montaña les gusta utilizar, en lo que concierne a los ingredientes, cerdo conservado en
“tupina”, que ya implica un punto de sal. La preparación es entonces más rápida, pero
induce a vigilar de cerca otro momento: el del sazonamiento, que en ningún caso debe pecar por exceso.-Carmen Casas-
(Para 4 personas,)
• 500 g de pochas (secas)
• 600 g de morroy oreja de
cerdo
• 1 cebolla
• 2 dientes de ajo
• 2 tomates de tamai3o
mediano
• ½ pimiento rojo
• ½ pimiento verde
Elaboración
Se dejan las pochas en remojo la noche anterior a la elaboración del plato. Se ponen en una cazuela con agua nueva y el morro y la oreja (previamente troceados) y se espera a que cueza a fuego lento. En una cazuela aparte se pone un poco de aceite y el ajo cortado muy fino, cuando esté dorado se añade la cebolla también cortada muy fina y, a continuación, las dos clases de pimientos (pelados y cortados a trozos). Cuando esté todo un poco rehogado, se añaden los tomates rallados y se deja que termine la cocción. Cuando estén casi cocidas las pochas se junta todo, se prueba de sal y se deja que termine la cocción.
Receta de Pochas con morro y orejas publicada en La Vanguardia el 7 ENERO 1992