Después de haber acabado de “digerir” las fiestas navideñas y preparándonos para la llegada de la Semana Santa, queremos hacer un pequeño recorrido por algunos de los postres y dulces típicos de Catalunya.
En Grup Olivé somos amantes de los postres de nuestra tierra y los realizamos de manera artesanal, así cuando nos visites puedas disfrutar de un momento dulce hecho con todo el cariño del mundo.
“Mel i mató”
Uno de los postres estrella de Grup Olivé es sin lugar a dudas el “Recuit de drap” de Fonteta con miel. Aunque se parece mucho al tradicional “Mel i mató”, la diferencia entre un requesón y un “recuit” es el sistema de cuajo de la leche para obtener el producto. El requesón tiene dos cuajadas y el “recuit” solamente una, con lo que éste último mantiene un mayor número de propiedades.
Dicha esta diferencia técnica, sólo cabe añadir que un “recuit” bañado con una generosa dosis de rica miel se transforma en uno de los postres más apetecibles del mundo.
Pan con aceite, chocolate y sal
A veces nos preguntamos cómo 4 elementos tan sencillos proporcionan tanto placer. Ese es el caso de una tostada de pan, con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, láminas de sal y un delicioso chocolate qué, combinados entre sí, devuelven a la mayoría de nuestros clientes a su niñez.
“Bunyols de vent”
Los buñuelos son uno de los postres típicos de la Semana Santa. Este clásico dulce se elabora con harina, mantequilla, huevos, agua, un poco de sal, aceite y azúcar. Su esponjosidad hace que cuando empiezas a comer uno, tengas dificultades para dejar de comerlos.
“Carquinyolis”
Los clásicos “carquinyolis” son unas deliciosas pastas secas elaboradas con harina, huevos, leche, azúcar y almendras. Aunque son típicos en toda Catalunya, los de Caldes de Montbui o l’Espluga de Francolí se han ganado una especial reputación. Normalmente se sirven acompañados de un vino dulce o ratafía.
Crema catalana
Seguramente uno de los postres más célebres de la gastronomía catalana. Se sirven en las casas por la festividad de San José y dice la leyenda que el nombre proviene de un obispo que visitó un convento de monjas. Éstas le sirvieron un gran ágape que quisieron terminar con un flan, pero que este no cuajaba. Para solventar el problema, una de ellas lo sirvió en un plato, le puso azúcar por encima y lo quemó para conseguir un caramelo. El obispo al probarlo se quemó la lengua y lanzó un grito: ¡Crema! Y de ahí, proviene el nombre.
Leyenda o no, sabemos que está sencillamente deliciosa.
Postres de músico
Aunque antaño fuera uno de los postres más tradicionales de la gastronomía catalana, actualmente se ha perdido en muchas de las cartas de los restaurantes.
Los postres de músico es simplemente un conjunto de frutos secos como avellanas, almendras, nueces o pasas que se sirven acompañados por un vino de moscatel. Es un postre perfecto para una sobremesa después de una buena comida.
Cuando vengas a visitarnos, guarda un espacio para los postres, la manera más dulce y deliciosa de acabar una gran comida en cualquiera de los restaurantes de Grup Olivé.