Las tapas… Si hay un plato que podemos calificar de muy nuestro, y que siempre apetece sea la hora que sea, este es sin duda las tapas. Ya os hablamos hace un tiempo sobre PacoMeralgo, calificado por muchos como uno de los mejores bares de tapas de Barcelona, y lo cierto es que pocas cosas hay que apetezcan más, especialmente los fines de semana, que salir con los amigos a tapear.
Pero, ¿cuál es el origen de este delicioso concepto gastronómico? Lo cierto es que hay varias teorías al respecto, y como no se sabe a ciencia cierta cual de todas es la auténtica, lo mejor es explicar algunas y que cada uno elija la que más le guste.
¿Cuál es el origen de las tapas?
La primera de ellas, o la que se remonta más en el tiempo, nos dice que fue Alfonso X el creador de este concepto. Convaleciente en cama por una enfermedad, debía tomar pequeños sorbos de vino por prescripción médica, por lo que decidió acompañarlos de pequeños bocados para evitar los efectos del alcohol. Cuenta esta teoría que, cuando se recuperó de su enfermedad, ordenó que todos los mesones de Castilla acompañaran las copas de vino con algo de comida, para «tapar» los efectos de la bebida.
La segunda teoría nos traslada a la época de los Reyes Católicos, cuando se dispuso que los taberneros sirvieran el vino tapado con algún tipo de alimento frío (queso, jamón, embutido…) que los clientes debían comerse para destapar la copa de vino y así poder bebérsela. El objetivo era evitar los numerosos incidentes que estos provocaban a su salida de la taberna.
También de la misma época es la tercera de las teorías sobre el origen de las tapas: cuenta que fue el mismísimo Fernando II de Aragón el que ordenó a un tabernero de Cádiz que tapase la copa de vino con una loncha de embutido, para evitar que la gran cantidad de moscas que había en aquellos días por la ciudad, cayeran en su preciada bebida.
Hay otras teorías con menos «épica», como la que dice que las tapas nacieron de la necesidad de los trabajadores del campo, que necesitaban comer algo que les permitiese llegar a la hora de comer con fuerzas para seguir trabajando, o la que dice que nacieron a finales del siglo XIX , cuando se tapaban las copas con una loncha de embutido para evitar que el vino perdiese su aroma.
¿Por qué gustan tanto las tapas?
Historia aparte, el concepto de las tapas ha triunfado en nuestros días porque mezcla el comer con las relaciones sociales. Hoy en día, salir a comer fuera de casa es algo que ya solemos hacer habitualmente, y no solo por cuestiones de trabajo o celebraciones familiares. Hoy salimos cualquier día de la semana con los amigos a nuestra pareja, para charlar, pasarlo bien mientras comemos o cenamos, y disfrutar de cuanta más variedad de platos mejor. Por eso, las tapas, y salir a tapear, son la manera ideal de disfrutar de todos estos elementos.